
Coincidimos en
que los componentes de la miel la hacen a la vez sabrosa y saludable: es como
probar un caramelo cargado de antioxidantes y nutrientes, sin tener que
preocuparse por recibir los mismos daños de cuando comemos azúcar refinada
tradicional.
No solo los
entusiastas de la gastronomía vegetariana la elogian, cada vez son más los
hallazgos que demuestran las virtudes de la miel.
1. Contiene
una gran cantidad de nutrientes saludables
La miel es un regalo de las abejas que dista mucho de ser un sabor bonito y
hueco, como tantos que conocemos.
Las abejas
almacenan para ellas lo mejor de las flores: en el néctar se concentran los
azúcares, aminoácidos y minerales más importantes de las plantas. Una vez
regurgitado por las abejas en la colmena, el néctar pasa por un proceso que lo
mejora. Esto debe ser así, ya que de él depende la reserva de energía y
nutrientes de las abejas en tiempos difíciles.
Nutricionalmente
hablando, el resultado de este proceso es asombroso. Una cucharada de
miel (21 gramos) puede contener lo siguiente:
- 64
calorías.
- 17 gramos de azúcar, incluidas la
fructosa, la glucosa, maltosa y sucrosa.
- Está prácticamente libre de fibra,
grasa o proteína.
- Vitaminas y minerales en cantidades
pequeñas.
- Antioxidantes.
- La miel es un alimento muy nutritivo
2. Es rica en
antioxidantes
Un dato: la miel
oscura es mejor. Esto se debe a que concentra mayor cantidad de elementos
antioxidantes. Entre ellos se cuentan:
Flavonoides.
Fenoles.
Enzimas.
Ácidos orgánicos
similares.
Los científicos
creen que la mezcla de estos elementos genera los antioxidantes de la miel, que
son capaces de reducir el riesgo de ataques al corazón, embolias e incluso algunos
tipos de cáncer
3. Es mejor
que el azúcar para los diabéticos
Existen evidencias mixtas respecto al uso de la miel para los diabéticos. Si
bien puede ayudar sobre algunos aspectos, como reducir el colesterol malo o los
triglicéridos, la miel sigue conteniendo la bastante glucosa como para elevar
el azúcar en la sangre.
Pese a esto
último, la miel sigue siendo “menos mala” que el azúcar, y su uso, en consumos
regulares es más recomendable para los diabéticos.
4. Sus
antioxidantes bajan la presión arterial
Este es otro efecto de los antioxidantes de la miel sobre la sangre. Diferentes
estudios realizados en ratas y humanos han demostrado que la miel baja la
presión arterial. No obstante, sus resultados al respecto son bastante
modestos, y no hay que descuidar otras fuentes de antioxidantes así como el
ejercicio realizado de manera regular.
5. Ayuda a
reducir el colesterol malo
El colesterol LDL o “malo” es un gran riesgo para el sistema cardíaco para el
cual la miel podría resultar una útil defensa. Varios estudios han demostrado
resultados significativos al respecto, asegurando que la miel no solo reduce el
colesterol malo, sino que aumenta los nivel del colesterol HDL o colesterol
bueno.
Esto evita la
atereoesclerosis, factor de riesgo en embolias y ataques cardíacos.
6. Puede
reducir los triglicéridos
Los triglicéridos son nuestro enemigo interno: provienen del azúcar y la grasa
que comemos (y que muchos aman comer), y pueden traernos problemas que van
desde riesgos cardíacos hasta una posible aparición de diabetes tipo 2. Sin
embargo, el azúcar de la miel es una feliz excepción a la regla de los
triglicéridos.
Algunos estudios
han demostrado que consumir miel en vez de azúcar puede reducir los
niveles de triglicéridos. Estudios optimistas cifran esta diferencia
en hasta un 11-19% menos de riesgo por triglicéridos en quienes consumen miel
como sustituto.
7. Sus
antioxidantes tienen muchos otros beneficios sobre la salud cardiovascular
Los fenoles y
demás compuestos antioxidantes de la miel tienen muchos otros efectos sobre la
salud del corazón. Por ejemplo, ciertos estudios han dado las siguientes
conclusiones prometedoras al respecto:
- Ayuda a dilatar las arterias del
corazón, aumentando el flujo de sangre.
- Previene la formación de coágulos de
sangre.
- Protege al corazón del estrés
oxidativo.
8. Ayuda a curar
quemaduras y lesiones
Los egipcios
descubrieron este efecto de un modo empírico, y mucho les debemos por ello.
Una revisión de
varios estudios sobre el uso de la miel en casos de quemaduras y lesiones,
reveló que la miel puede ayudar a recuperar el tejido en estos casos:
Sanar quemaduras
y lesiones parciales de la piel, que suelen dejar las cirugías.
Tratamientos de
úlceras de la diabetes en el pie, incluso en casos serios que pueden llevar a amputación.
Recuperación de
lesiones en general.
Otras lesiones de
la piel como hemorroides, herpes o psoriasis.
Las
investigaciones sugieren que estos poderes surgen de la mezcla de sus
componentes antibacteriales y antiinflamatorios, así como de sus efectos
nutritivos en la piel.
9. Puede
reducir la tos en niños
La tos es un
problema respiratorio común para los niños. A largo plazo, esto puede afectar
sus horas de sueño y su salud en general. Muchos de los remedios médicos
para la tos aseguran contener miel para promocionarse por una razón: la miel es
efectiva para curar esta afección.
Algunos estudios
han determinado que la miel es muy efectiva para reducir los síntomas de
la tos, recuperando los hábitos de sueño mejor que cualquier medicamento
comercial.
No obstante, su
consumo en niños menores de 1 año puede causar botulismo, con lo
cual no es recomendable en este caso.
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